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Estrategias y recomendaciones para el segundo trimestre 2025: entremos con buen pie

El inicio de un nuevo trimestre es una oportunidad para redirigir energías, corregir lo que no ha funcionado y potenciar aquellas estrategias y recomendaciones que sí han dado frutos. Para los niños y niñas de altas capacidades, este momento es crucial para asegurar que su potencial se desarrolle de manera equilibrada, atendiendo no solo a sus necesidades cognitivas, sino también emocionales y sociales. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para ayudarles a arrancar este nuevo periodo de forma efectiva y saludable.

1. Organizar los tiempos

La organización es un pilar fundamental, especialmente para los alumnos de altas capacidades, que tienden a dispersarse o centrarse en exceso en temas que les apasionan. Ayúdales a establecer horarios claros para cada tarea académica, actividades de enriquecimiento y tiempo libre. Revisad conjuntamente el horario semanal de la tarde y ajustadlo a las necesidades actuales. Fomenta su autonomía negociando el horario, así como permitiéndole de forma progresiva y con herramientas que le ayuden, como un reloj, alarmas o, incluso, agendas o aplicaciones digitales adaptadas a su edad, para que de forma progresiva aprenda a gestionar su tiempo de forma efectiva.

2. Aplicar técnicas de estudio y aprendizaje

Aprender a aprender es uno de los retos más importantes para el alumnado en general, pero especialmente para las altas capacidades por sus características concretas. Trabajar las técnicas de estudio y aprendizaje ajustado a su ritmo y nivel educativo es esencial para el desarrollo de las funciones ejecutivas y de una buena base para el futuro. Conocer sus preferencias de aprendizaje y potenciar sus fortalezas, así como trabajar sus debilidades, mejora el aprendizaje competencial. Esto no solo optimizará su tiempo, sino que también les dará una sensación de control y estructura y evitarán ese malestar que les produce la sensación de “pérdida de tiempo” de las que se quejan en muchas ocasiones, que incluso, puede terminar en procrastinación.

3. Trabajar el hábito y la constancia desde el principio

Uno de los mayores retos para los niños y niñas de altas capacidades es mantener el esfuerzo constante en tareas que no les resultan intrínsecamente interesantes. Por eso, es importante inculcar desde el primer día del trimestre la importancia de la constancia y el desarrollo de hábitos saludables. Refuérzales positivamente cuando cumplan con pequeños objetivos diarios y semanales. Puedes introducir sistemas de refuerzo simbólicos, como tableros de logros, pero sin caer en el exceso de recompensas materiales. La idea es que comprendan que la constancia es clave para el éxito a largo plazo y que su propio refuerzo sea la satisfacción por lo trabajado, superado o aprendido.

Establecer rutinas claras también ayuda a reducir la resistencia y fomenta la autonomía. Por ejemplo, define un momento fijo para hacer los deberes, otro para leer y otro para jugar. El cerebro de los niños de altas capacidades suele estar en constante actividad, por lo que un marco estructurado les proporciona seguridad. Una vez instaurado el hábito, las tareas se vuelven automáticas y el esfuerzo inicial se transforma en inercia positiva.

4. Compensar por las tardes para desarrollar la tolerancia a la frustración

Es vital aprovechar las horas de la tarde para ofrecerles actividades que les permitan desafiarse sin sentirse sobrecargados. Busca propuestas de enriquecimiento que se alineen con sus intereses, su nivel y ritmo de aprendizaje y que tengan una metodología preparada para sus necesidades, como el aprendizaje por descubrimiento, la investigación, la manipulación y otras metodologías activas que les permitan desarrollar su creatividad a la vez que exploran y aprenden. Así, son recomendables diversas actividades como programación y robótica, talleres experimentales, talleres como teatro, debate, arte, escritura creativa o deportes. Además, existen las mentorías y otro tipo de actividades. No todas son recomendables para todo el alumnado, cada familia debe decidir y consensuar con su hij@ aquellas que mejor le vengan. Estas actividades, además, deben ayudarles para que enfrenten pequeños fracasos y aprendan a gestionar la frustración o la ira, así como acompañarles emocionalmente, ayudándoles a identificar sus emociones y reflexionar sobre cómo superarlas.

5. Ajustar el nivel de esfuerzo y reto

El esfuerzo es algo importante para trabajar, tener altas capacidades no implica que no se deban esforzar. Todo lo contrario, una de las mayores dificultades es encontrar su nivel óptimo de desarrollo con un esfuerzo sostenido, al que muchas veces no están acostumbrados, pero es muy necesario para su futuro. Están acostumbrados a aprender sin esfuerzo, por lo que deben trabajar a un nivel en el que el esfuerzo les sea necesario para desarrollar todas las herramientas, estrategias y recomendaciones necesarias.

Es esencial encontrar el equilibrio entre un nivel de exigencia adecuado y momentos de descanso y creatividad. Un exceso de actividades puede saturarles, mientras que una falta de estímulos puede llevar a la frustración o el desinterés y la apatía. Dedica tiempo a observar y ajustar: si notas que están agobiados, reduce el número de tareas o desglosa en subtareas más pequeñas; si ves que pierden interés, incorpora nuevos retos y ajusta el nivel y ritmo de las actividades. No olvides que también necesitan tiempo libre para aburrirse, inventar y jugar. Es en esos momentos de ocio donde suelen surgir las ideas más creativas.

6. Fomentar el diálogo y la escucha activa

Establecer espacios diarios para conversar con ellos es fundamental. Pregúntales cómo se sienten, qué han aprendido o qué les ha costado más ese día. Estas conversaciones no solo fortalecen el vínculo emocional y la confianza, sino que también te permiten detectar posibles problemas o necesidades antes de que se conviertan en un obstáculo mayor. Además, la disciplina positiva es muy efectiva, sobre todo, en los niños de altas capacidades desafiantes, que valoran enormemente sentirse comprendidos y escuchados y para los que otro tipo de disciplina puede ser perjudicial. Puedes aprovechar este momento para ayudarles a entender que también es importante esforzarse en aquello que menos les gusta y aprender a parar, reflexionar y revisar.

En definitiva, este segundo trimestre es un nuevo capítulo lleno de posibilidades que debemos tomar con ánimo e ilusión, tanto familias como docentes. Con estas estrategias y recomendaciones, ayudaremos a mejorar sus metas académicas, a que desarrollen herramientas esenciales para su vida académica presente y futura y a bajar sus niveles de ansiedad, frustración y somatizaciones.

Os deseamos un buen segundo trimestre cargado de retos y alegrías.

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