Blog

Medidas para superar el desconocimiento sobre las altas capacidades

Como ya hemos visto en el artículo anterior, el reconocimiento y la atención adecuada a los alumnos con altas capacidades continúan siendo un desafío en nuestro sistema educativo de forma general, y, para los profesionales educativos, de forma específica.

A pesar de los avances en inclusión y diversidad, los porcentajes de identificación de estudiantes con AACC siguen siendo alarmantemente bajos. Según datos del Ministerio de Educación, menos del 1% del alumnado está identificado como de altas capacidades, una cifra muy por debajo del 10-15% estimado por los expertos.

En este contexto, es fundamental que, tanto los docentes como las familias, trabajen de manera conjunta para superar las barreras actuales y atender debidamente al alumnado. En los casos en los que familia y profesionales trabajan en la misma línea, el porcentaje de éxito del alumnado, aumenta de forma exponencial, ya que los niños y adolescentes reciben un mismo mensaje que les ayuda a entender su mundo, sus funciones y el porqué de las situaciones, que es fundamental para ellos, pero, de una forma más acentuada para las altas capacidades, por sus características y dificultades específicas.

Medidas para los profesionales educativos:

Reconocer y gestionar los sesgos educativos.

Los profesionales educativos pueden verse influenciados por diversos sesgos que afectan su capacidad para identificar y atender a estudiantes con AACC.

Entre ellos, encontramos con frecuencia el sesgo de confirmación, que nos hace interpretar la información de manera que confirme creencias previas, como, por ejemplo, que los alumnos brillantes siempre obtienen las mejores calificaciones. Si, por el contrario, trabajamos sin unas expectativas tope sobre nuestro alumnado (y así se lo hacemos saber), la evidencia científica confirma que los cambios positivos se harán evidentes en gran parte del alumnado.

Otro sesgo que nos afecta es el efecto halo, que habla de que al suponer que un estudiante destaca en una área, también será bueno en todas las demás, lo que distorsiona nuestra objetividad para con este alumn@. Para evitar este sesgo, trabajar la evaluación del alumnado mediante una rúbrica o lista de cotejo clara, bien estructurada y con un objetivo muy concreto, nos puede ayudar a eliminarlo o minimizarlo.

No podía faltar el estereotipo de género, …

…que, a pesar de que la enseñanza es un sector en el que trabajan mayoritariamente mujeres, este estereotipo sigue estando muy interiorizado y creando estigmas en nuestro alumnado, siendo muy relevante y común que se sigan tildando a las niñas de trabajadoras o sobreestimuladas en lugar de inteligentes; impertinentes, en lugar de líderes; prepotentes en lugar de capaces, etc., cuando, si el perfil de alumnado que presenta las mismas características es varón, las características con las que los percibimos, son las segundas. Por ello, las estadísticas de detección de niños doblan las de las niñas. Sin embargo, como no hay dos sin tres, cuando el bajo rendimiento o el fracaso escolar se hace evidente en alumnado de altas capacidades (detectado o no), si es niña, se tiende a tener una actitud más asertiva, sin embargo, si es niño, se tiende a tener una actitud menos colaboradora, porque, igual que a los niños se les percibe más inteligentes, también tienen “la fama” de ser más flojos. Y, cuando encontramos una lógica profesional, aunque sea un sesgo o un estereotipo, que nos ayude a entender la situación, tendemos a justificarlo y no buscamos de forma autocrítica el ir más allá, sino que consideramos erróneamente esa justificación como el fin del “asunto”.
Por ello, es muy importante que los docentes seamos conscientes de nuestros propios sesgos y reflexionemos de forma autocrítica para adoptar una actitud más abierta y analítica, evitando así perpetuar ideas preconcebidas y ofreciendo a nuestro alumnado una mejor experiencia educativa.

Introducir cambios graduales en la metodología

A pesar de que las últimas leyes educativas (no es nuevo con la LOMLOE) han destacado las metodologías activas como el método de trabajo que pone al alumno como protagonista de su propia educación y con mejores resultados, la falta de inversión educativa que debería ir acompañada de esta normativa para hacerla eficaz en la realidad y que los docentes aprendan a usar eficazmente estas metodologías, así como los ínfimos cambios para adaptar los planes de estudios de las universidades para preparar a los futuros maestros y profesores para estas nuevas metodologías, hacen que la ley se quede en agua de borrajas.

Por todo ello, con la realidad en la mano, adaptar el trabajo docente no puede ser exigido como una revolución inmediata, sino una evolución progresiva hacia una atención a la diversidad efectiva. Estas pautas nos ayudarán a conseguir:

  1. Diseñar actividades que eliminen el techo de aprendizaje, personalizadas y multiniveladas, que permitan a cada estudiante avanzar a su propio ritmo.
  2. Incorporar estrategias de enriquecimiento curricular que beneficien tanto a los alumnos con AACC como al resto del grupo.
  3. Ofrecer optatividad y reto en las actividades planteadas
  4. Diseñar y planificar las actividades desde los criterios, haciendo coincidir el aprendizaje de clase con los objetivos marcados en la evaluación.
  5. Ofrecer una corrección formativa del alumnado, en el momento y de forma activa por parte de ellos.
Incluir un Plan de atención a la diversidad y AACC en el centro educativo

Es esencial que los centros educativos implementen planes específicos para atender a la diversidad, con énfasis en las altas capacidades. Este plan debe incluir:

    1. Protocolos de detección temprana.
    2. Estrategias de adaptación curricular y metodológica.
    3. Formación continua para el profesorado.
Fomentar la colaboración con las familias

Las familias ofrecen una perspectiva única y valiosa sobre el niño, ya que éste puede comportarse de manera distinta en casa y en el aula debido a expectativas sociales o escolares, la confianza que tienen en casa o las expectativas que se tiene sobre ellos en el centro escolar.

    • Escuchar activamente a las familias para comprender mejor las fortalezas y necesidades del estudiante.
    • Mantener una comunicación fluida y basada en la confianza mutua.
    • Reforzar la autoridad de las familias. El alumnado debe saber que padres y docentes están en consonancia y, ante cualquier problema, la vía elegida será la de la comunicación asertiva y empática.
Experimentar con programas de enriquecimiento

Probar estrategias como talleres, proyectos interdisciplinarios o actividades de investigación permite a los docentes descubrir el potencial de los estudiantes con AACC. Con una guía adecuada, los reajustes necesarios y tiempo, estos alumnos pueden superar ampliamente las expectativas iniciales.

Medidas recomendadas para las familias

Formarse sobre las AACC

Muchas familias desconocen las características y necesidades de los niños con altas capacidades. Es importante que se informen a través de recursos fiables, como asociaciones especializadas o literatura recomendada.

Observar y registrar comportamientos

Los padres pueden desempeñar un papel clave en la detección temprana de las AACC observando:

  • La curiosidad y el interés por temas complejos.
  • La creatividad y el pensamiento crítico.
  • Posibles signos de frustración o aburrimiento en el entorno escolar.
Colaborar activamente con el centro educativo
  • Participar en reuniones y tutorías para compartir información relevante sobre el niño.
  • Trabajar junto a los docentes para desarrollar estrategias personalizadas que fomenten el desarrollo integral del estudiante.
  • Reforzar la autoridad docente. Es muy importante que, a ojos de nuestros hijos, vean que las propuestas educativas docentes son bien vistas en casa y, que si hay algún problema, se resuelva en una vía de dialogo mutuo y respetuoso.
Ofrecer un entorno estimulante en casa

Proporcionar oportunidades para que los niños exploren sus intereses y desarrollen su potencial. Esto puede incluir:

  • Materiales educativos avanzados.
  • Actividades extracurriculares desafiantes.
  • Espacios para la creatividad y el pensamiento libre.

Atender a los alumnos con altas capacidades no sólo es una cuestión de justicia educativa, sino también una oportunidad para enriquecer el aprendizaje de todos los estudiantes y una obligación de los centros educativos. Con una actitud abierta, formación adecuada y colaboración estrecha entre docentes y familias, es posible derribar las barreras del desconocimiento y construir un entorno donde cada niño pueda alcanzar su máximo potencial.

2 comentarios

  • Belén enero 27, 2025

    En mi opinión te has dejado el terrorífico “pues yo no lo veo”.

    Cuando una familia se dirige por este asunto a un profesor del colegio, lo mínimo es darles el beneficio de la duda. Que hay padres que piensan que sus hijos son portentos, sí, los hay. Como los que creen que su hijo es Messi.

    Si tú no lo ves, pásale unos test a la criatura. Y a los padres, si quieres, también. Si no sabes discernir, apóyate en los medios a tu alcance. Si no puedes pasar tests, pide ayuda a Orientación. O a inspección. Corcho, alguien habrá que sepa qué se puede hacer para despejar la incógnita.

    Que un tutor, por su falta de conocimiento, detenga todo el proceso aduciendo “yo no lo veo” es muy lamentable. No solo por lo que dice de él o ella como docente. Es privar a las familias de poder avanzar con la INGENTE cantidad de temas a gestionar con este tipo de personitas en casa. Es frustrar al alumno en el aula y cabrear a la familia en casa. Es remar en direcciones diferentes. Es no querer molestarse en ir un paso más allá de su supuesta obligación.

    Disculpad el tono. Aún me duele lo que un patán nos hizo “gracias” a la frasecita de marras.

  • Inés Cabezas enero 28, 2025

    Querida Belén:
    Entiendo tu frustración y tu dolor, llevas toda la razón. Las familias no acuden al centro porque consideren que sus hijos son maravillosos, sino por una situación difícil, cuando menos, que requiere de una respuesta educativa profesional y asertiva. Sin embargo, no siempre la encontramos. Te recomiendo que leas el artículo de la semana pasada, es la primera parte de este que has comentado. En él intentamos explicar el porqué del “yo no lo veo” y del “a mí no me parece”, para que entendamos la complejidad de la situación actual y, cada uno desde nuestros puestos, reflexionemos e intentemos remar todos en un mismo sentido. Recibe un fuerte abrazo.

Los comentarios se han cerrado.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad