Se acerca el periodo de matriculación para el curso escolar 2025-2026, y con el, la incertidumbre de muchas familias que deben elegir el centro educativo para su hijo de altas capacidades o con indicios de serlo. Es una decisión compleja, que implica encontrar un entorno que no sólo respete, sino que potencie sus talentos, les motive y les proporcione un desarrollo integral, tanto, a nivel intelectual, como emocional y social.
A veces, esta elección no es la primera, ni la segunda, ni siquiera, la tercera. Hay familias que se ven obligadas a cambiar de centro en busca de una mejor atención para sus hijos, enfrentándose a miedos e incertidumbres. En algunos casos, el cambio es necesario para alejarse de situaciones de incomprensión o de dificultades en la adaptación, en un sistema que, aunque ha avanzado, todavía tiene margen de mejora para responder a la diversidad del alumnado. Sin embargo, hay centros y docentes comprometidos con la educación inclusiva y que trabajan para ofrecer una respuesta adecuada.
En muchas formaciones que ofrecemos en nuestro proyecto “Altas Capacidades en mi aula”, numerosas familias nos preguntan qué centro escolar es el mejor para atender a sus hijos o cuál les podemos recomendar. La respuesta no es sencilla ni universal, pero hay ciertos criterios que pueden ayudar a tomar la mejor decisión dentro de las opciones disponibles. A continuación, te ofrecemos algunas pautas que pueden servirte de guía:
A nivel de interacción con el centro
Los centros suelen tener jornadas de puertas abiertas para que las familias interesadas conozcan de primera mano lo que ofrecen. Es el momento idóneo para asistir y preguntar sobre nuestros temas de interés.
La primera y más importante cuestión es hablar con los diferentes centros que os interesan y preguntar directa o indirectamente cuál es su opinión sobre las altas capacidades. Algunos centros consideran que las altas capacidades son una “moda”, que hay “sobrediagnósticos” o, simplemente, piensan que el alumnado de altas capacidades no requiere una atención específica si se obtiene buenas calificaciones, o, por el contrario, que no pueden ofrecer un programa de enriquecimiento a aquellos que no sacan buenas notas porque primero deben hacer lo que los demás o deben mejorar sus notas. Es fundamental para vuestra decisión que conozcáis su visión y saber si el centro reconoce la diversidad dentro de las altas capacidades y entiende que este alumnado también necesita adaptaciones para su correcto desarrollo, independientemente de sus notas. Se podría decir que ésta es la primera y más importante criba para la elección de centro.
Observar el ambiente escolar
Si el centro permite visitas en horario lectivo, aprovecha para observar cómo se sienten los alumnos en clase y en los espacios comunes y comprobar, de primera mano, todo lo que os comentan y ofrecen.
A nivel estructural: hablamos aquí de tamaño y funcionamiento del centro.
Más es menos: el tamaño del centro importa. Un centro más pequeño, con menos alumnos y un equipo docente estable, puede permitir una atención más cercana e individualizada. En estos entornos, es más fácil generar un vínculo entre docentes y alumnado, lo que favorece la comprensión de sus necesidades, aunque no se puede tomar como una regla general.
Recursos disponibles: conocer los recursos que tiene el centro para atender la diversidad, tanto personales como materiales, pueden ser importantes en la elección de centro. Por ejemplo, la ratio docente/nº alumnos o espacios disponibles para diferentes actividades, tamaño de las aulas y diferentes instalaciones, etc. ¿Disponen de material específico, espacios diferenciados o tecnología para personalizar el aprendizaje? Estos elementos pueden ayudar en la experiencia educativa de tu hijo, sobretodo, si son su centro de interés.
Nivel de comunicación y colaboración con las familias o como interactúa la comunidad educativa
Conocer el funcionamiento del AMPA, su implicación y colaboración con el centro educativo.
Tipo de centro: integrar a las familias en la vida del centro no siempre es posible, pero hay centros, como, por ejemplo, los que son Comunidad de Aprendizaje, en los que las familias cobran una función más activa en la vida del centro.
Metodología del centro
Revisar el proyecto educativo del centro. Algunos centros tienen enfoques educativos innovadores que pueden encajar mejor con las necesidades de los niños con altas capacidades. Estos enfoques deben quedar reflejados en los documentos de centro, que deben ser visibles y accesibles para las familias.
Analizar la apertura del centro a la personalización del aprendizaje, la multinivelación y el diseño de las programaciones didácticas y situaciones de aprendizaje dentro del marco DUA.
Preguntar si el centro usa metodologías activas o prefieren trabajar con metodologías tradicionales y cómo las llevan a cabo.
Conocer cómo trabajan las técnicas de estudio y aprendizaje en el centro y su implementación en los diferentes ciclos educativos
Preguntar si el centro permite proyectos personales y adaptaciones según intereses individuales.
Datos comprobables
Censo de alumnado con altas capacidades: un centro que ha identificado a un mayor número de alumnos con altas capacidades suele estar más sensibilizado y preparado para atender sus necesidades. Si un centro te dice que tiene mucho interés en las altas capacidades, pero tiene una ratio de aacc muy baja, no es un buen indicador
Censo de flexibilizaciones y/o aceleraciones: si hay casos de flexibilización y/o aceleración de curso, indica que el centro está abierto a adaptaciones según el ritmo de aprendizaje del alumnado y que ya tiene experiencia y mayor capacidad para tomar más medidas de atención hacia este alumnado.
Medidas específicas para las altas capacidades
Medidas en educación Infantil: los centros que identifican al alumnado de altas capacidades y atienden sus necesidades desde las primeras etapas educativas, suelen ser los más concienciados con este colectivo. Preguntar por las medidas de detección y atención en esta etapa educativa puede ser importante para tu elección.
Programas específicos para altas capacidades: conocer si existen programas tanto dentro del aula: adaptaciones curriculares, enriquecimiento, profundización, flexibilización o aceleración, así como grupos flexibles interaula en horario lectivo y actividades fuera del horario lectivo, como actividades extracurriculares, mentorías, clubes de pensamiento o ciencia, etc. pueden ayudarte en tu elección de centro.
Innovación educativa y sensibilización hacia las altas capacidades
La innovación en educación, a diferencia de lo que pueda parecer, no es usar mucha tecnología y aparatos, sino estudiar la formula y metodología que mejor se adapte a nuestro alumnado y sus características. Por ello, son importantes varios puntos en este apartado:
Formación de los docentes: es importante que el equipo docente reciba formación en diversidad y metodologías adaptadas a las necesidades de los alumnos con altas capacidades.
Actuaciones del departamento de orientación. El departamento de orientación juega un papel clave en la identificación y el seguimiento del alumnado con altas capacidades. Pregunta qué medidas implementan y cómo trabajan en colaboración con el profesorado y las familias.
¿Docentes especialistas en altas capacidades? Si el centro cuenta con docentes formados específicamente en altas capacidades o en educación inclusiva, es un punto a favor. Si, además, te comentan que hay docentes en el centro que tienen hijos de altas capacidades, su atención puede ser más efectiva.
Sensibilización del equipo directivo. El apoyo del equipo directivo es fundamental. Un centro con una dirección sensibilizada estará más dispuesto a liderar e implementar medidas de atención a la diversidad.
Evaluación y seguimiento del alumnado. Pregunta cómo se realiza el seguimiento de los alumnos de altas capacidades y qué indicadores utilizan para evaluar su desarrollo académico, social y emocional.
Comunicación con las familias. Una comunicación fluida entre el centro y las familias facilita una mejor atención. Pregunta cuáles son los canales de comunicación y cómo se gestiona el diálogo sobre las necesidades del alumnado.
Respeto a la personalidad del alumnado. Es importante observar si el centro respeta la forma de ser del alumnado, potenciando sus fortalezas y reforzando positivamente sus debilidades sin penalizarlas.
Gestión emocional y social del alumnado
Es importante conocer cómo trabaja el centro en cuanto a la gestión de las emociones del alumnado, tanto en la prevención de problemas como en la resolución de los mismos validando y atendiendo de forma positiva, que no permisiva. Además, es importante conocer las herramientas y estrategias que ofrecen al alumnado para canalizar su ira o frustración y aprender a gestionar las emociones de forma correcta.
A nivel social, que estrategias tiene el centro para trabajar los valores de respeto, tolerancia y empatía en la comunidad educativa y cómo gestionan los conflictos entre compañeros y posibles casos de acoso escolar.
Qué opinan del centro desde fuera
Intentar contactar con otras familias con hijos en el centro puede proporcionar información valiosa sobre su experiencia y la calidad de la atención educativa, pero, recuerda que todos hablamos desde nuestra experiencia y todos somos seres subjetivos, por lo que esas experiencias no constituyen “verdades absolutas”, ni para lo bueno, ni para lo malo, sino que son experiencias personales.
Consultar con asociaciones cercanas de altas capacidades. Las asociaciones cercanas pueden orientarte sobre centros recomendados en tu zona y/o apoyarte en el proceso de búsqueda.
Valorad la distancia al centro y la logística familiar
Aunque no es un tema relacionado con las altas capacidades, también debéis valorar lo que os supone a nivel personal y familiar un centro tan lejano que no deje tiempo para actividades personales ni tiempo de descanso o que dificulte excesivamente la conciliación familiar. Evalúa si el esfuerzo del desplazamiento merece la pena en función de la calidad educativa que el centro ofrece y si os deja tiempo para otras actividades.
En resumen…
No te quedes solo con lo que te digan, como dice el dicho: “el movimiento se demuestra caminando”, pregunta por ejemplos y casos, toma todo lo que te digan, tanto bueno como malo en perspectiva, teniendo en cuenta que todos somos personas y las experiencias de familias y docentes no son verdades absolutas, pero sí muestran indicios que debes valorar.
Si una familia te habla muy mal de un centro o un docente, debes saber que es su experiencia personal y que ese centro o ese docente también ha vivido una historia que no se está contando. Nadie somos del agrado de todo el mundo, pero, lo que sí se puede valorar es la intención por mejorar, por un interés de trabajar de forma coordinada y por ayudar al niño a desarrollarse en el mejor de los ambientes.
Elegir el centro adecuado para un hijo de altas capacidades no es tarea fácil, pero con información y las preguntas adecuadas, podemos encontrar el mejor entorno posible. No se trata de buscar la perfección, sino un lugar donde el niño pueda desarrollarse feliz, comprendido y motivado.
Una vez tomada la decisión, es importante no obsesionarse con lo que podría haber sido. Siempre existe la posibilidad de cambiar de centro si es necesario. Además, participar en la asociación de padres puede proporcionar una visión más amplia de lo que ocurre en el centro, ya que muchas veces, al no estar dentro, se desconocen las dificultades que enfrentan los centros educativos. Es fundamental que toda la comunidad educativa trabaje con empatía y cooperación, pues el objetivo final es que los niños se desarrollen de forma integral y sean felices.
