Aquí te dejamos 10 ideas claras de lo que se debe hacer y se debe evitar con el alumnado en un aula con Altas Capacidades a nivel académico.
La primera premisa que tenemos que entender es que los docentes nos encontramos con este alumnado, identificado o no, en todas las aulas. Y, como docentes, debemos atender todas las necesidades de nuestro alumnado, tengan un diagnóstico o carezcan de él.
De igual forma, aunque tengan una evaluación y sus orientaciones, suelen ser muy generales y no suele encajar bien con nuestra práctica diaria ni con nuestro alumno en concreto, porque las AACC no se ajustan a un perfil fijo, sino que, por el contrario, son niños con intereses, estilos de aprendizaje, carácter y personalidad diferentes, por lo que no hay una pauta única con ellos.
Para facilitarte el trabajo, aquí tienes unas ideas básicas para que, independientemente de la metodología que uses, tengas claro cómo proceder con tu alumnado de Altas Capacidades y, para darte una alegría, estas medidas, te pueden servir de forma general para todos, no son excluyentes.
- Trabaja la Educación Emocional en tu aula con Altas Capacidades: trátalos como te gustaría que te tratasen. NO son niños pequeños que no saben lo que quieren. Permite autonomía a los que la tienen, eso te ayudará a darle tu tiempo a los que más le necesitan. Mantén la confianza y permite que te hablen con claridad de cómo se sienten en clase. Evita el «masking» y pregunta a la familia sobre su situación emocional en casa o en el cole para tener otras visiones.
- Multinivela: una de las situaciones más repetidas con este alumnado es que sabe todo lo que preguntas y quieren contestar siempre. Para que los demás puedan hacerlo, debes plantear diferentes niveles, diferentes preguntas y todos querrán responder alguna, porque cada uno tiene un nivel y una capacidad diferente. De esa forma, todos pueden participar.
- Pauta normas de comportamiento y autocontrol. Para que conozcas el nivel de madurez, autonomía y autocontrol de tu alumnado, además de observar en el aula y las situaciones concretas que se te darán, debes plantear unas normas de clase que permitan la autonomía y el movimiento en el aula. De este modo, conocerán lo que pueden hacer y las repercusiones de no hacerlo. Por ejemplo: si se plantea no pedir permiso para ir al baño, sino que pueden ir cuando lo necesiten, también se debe plantear que deben buscar el momento idóneo y no interrumpir una explicación o actividad concreta. Así, el docente debe dejar ciertos momentos flexibles en el aula entre actividad y actividad y el alumnado aprenderá a salir o levantarse cuando lo necesite y sea necesario, atendiendo en los momentos importantes.
- El tipo de actividades que realices deben estar multiniveladas y ser abiertas, que permitan la creatividad del alumnado y la respuesta múltiple. No encasillemos a una respuesta única. Permite que investiguen de forma guiada, pero autónoma, sobre sus centros de interés.
- Los copiados de enunciados, textos y cualquier otro NO tienen evidencia de aprendizaje. Perfectamente se puede copiar un texto (o leer algo) con la mente en otro pensamiento, sin enterarnos de nada. Como adulto lo habrás podido comprobar. Elimínalos de tu práctica docente y aprovecha ese tiempo para que aprendan de forma significativa. Usa la Taxonomía de Bloom para conocer las actividades más idóneas según el nivel de cada niño y plantea diferentes actividades para diferentes niveles.
- No te centres en los errores que tiene. No se puede comparar a los niños de AACC con los de alto rendimiento académico, porque en la mayoría de los casos, no son los mismos. Por lo tanto, no podemos pedirles la excelencia en notas ni en el comportamiento, porque, además, siguen siendo niños. Y no ignores su diagnóstico, si es de altas capacidades, necesita un nivel superior de dificultad. Compacta, ajusta, profundiza y enriquece. El objetivo no es que saquen un 10 en todo, es que se ajuste a su nivel e intereses, independientemente de la nota que saquen.
- No aprenden por ciencia infusa: necesitan un guía que les enseñe los métodos científicos y reglas y formas de hacer de cada una de las disciplinas. No quita que sean niños y tengan que ser guiados en su aprendizaje. Pero, si le dejas autonomía, te darás cuenta de que su capacidad de desarrollo y profundización es muy grande.
- No coartes ni pongas en evidencia su explicación: aunque sean niños, pueden tener un conocimiento muy amplio sobre un tema que le interese. Si en el libro o la explicación sale una idea, si un maestro explica algo,… y el niño la contradice, déjale que se explique y usa el tema para abrir un debate en el que los demás puedan opinar e investigar. Deja claro en tu aula que los maestros no podemos saber de todo y que también somos humanos que nos equivocamos. Pero que, lo más importante es trabajar el pensamiento crítico y aprender de los errores para superarnos día a día.
- No pongas TAREA insulsa ni REPETICIONES de algo que ya sepa: DESAFÍA, RETA. El reto es lo que le hace sobresalir. Antes de poner una actividad o tarea, tanto en clase como en el aula, pregúntate: «¿la necesita? ¿le hace falta para su aprendizaje?» La mayoría de docentes a los que se le pregunta, responden: «NO». Por lo tanto, si no es necesaria para un porcentaje de nuestro alumnado, ¿no deberíamos preguntarnos cuál es el objetivo de esa actividad? ¿Qué podríamos poner en su lugar para que sí tenga un efecto positivo en su aprendizaje?
- NO consideres que es perfecto: como NEAE que es, tiene dificultades asociadas a su diversidad cognitiva. No todos tienen las mismas, pero suele coincidir en:
- Dificultad para sintetizar, porque todo le parece interesante. «¿Cómo voy a resumir si todo es importante?» suele ser su pensamiento inconsciente. Es por ello que se debe trabajar con ellos esa parte y ayudarles a discernir ideas principales de secundarias.
- Dificultad para mantener un argumento y no perder el hilo de lo que quería contar. Su pensamiento arborescente une muy rápido unas ideas y las entrelaza con otras, muchas a la vez, de forma que puede perder el hilo ante los demás. Sin embargo, en su cabeza todas las ideas han aparecido por relación unas con otras, muchas veces tan rápido, que hasta ellos mismos pierden el hilo de lo que cuentan y se dispersan en un batiburrillo de ideas. Para ello, se les puede ayudar trabajando la oratoria con un esquema previamente elaborado sobre las ideas a desarrollar y un tiempo determinado para exponerlo.
- Falta de técnicas de estudio y gestión del tiempo. Suele pasar (y ocurre muchísimo) porque no tienen el nivel de ajuste académico correcto, por lo que todo les resulta muy sencillo y no necesitan desarrollar herramientas y destrezas que te ayudan a solventar dificultades que sí desarrollan sus compañeros. Si ajustamos el nivel, tendrán posibilidad de desarrollarlas y evitar frustración y fracaso escolar en el futuro.
- Dificultad para tener una letra legible, normalmente ocurre porque su mente va más rápido que su capacidad motriz, lo que produce una disincronía. Sin embargo, con medidas fáciles y simples, podemos ayudarlos a mejorar la letra. No se recomienda mandar caligrafía por tres motivos. El primero es que es una actividad totalmente aburrida y repetitiva, a evitar con niños AACC. El segundo motivo es que, antes de trabajar la caligrafía desligada de la actividad general de la clase, se pueden tomar medidas que mejoren la misma dentro de las actividades normales de aula, sin que supongan una carga extra y sin sentido. Como ejemplo, podemos aumentar el tiempo para realizar una actividad. El tercer motivo es que el origen del problema de la caligrafía puede ser a nivel físico (inclinación correcta de muñeca, posición de los dedos, asido, rigidez,…) puede ser por una mala direccionalidad o puede ser por falta de madurez o disincronía, como ocurre muchas veces en las AACC. Incluso hay veces que es un conjunto de factores.
- Dificultad para hacer actividades sencillas y repetitivas, como, por ejemplo, el cálculo sencillo. Convierte la actividad en un concurso o usa juegos. Hay muchas formas de retarlos y conseguir que superen dificultades. En otras ocasiones puedes subir el nivel de complejidad, o usar la compactación y enriquecimiento.
- Lentitud por su perfeccionamiento ilimitado. Algunos niños y adolescentes AACC son lentos en su trabajo a pesar de saber hacerlo más rápido. El motivo no es otro que la necesidad de hacerlo lo mejor posible. Es por ello que se afanan de todas las formas que conocen para hacerlo prácticamente perfecto: siendo más lentos para no equivocarse, repasando varias veces la actividad o buscando una forma diferente de hacerlo son varios ejemplos. A veces, creen que no saben hacerlo por verlo demasiado sencillo y se bloquean. Necesitan un refuerzo positivo por parte del docente y explicarles que no necesitan hacerlo tan perfecto, que pueden hacerlo un poco más rápido y no se les va a sancionar por ello. En este punto, también es interesante conocer el síndrome del impostor que sufren algunos niños AACC.
- Autoexigencia extrema: al hilo del apartado anterior, estos niños, de forma natural y autoimpuesta, se obligan a ser perfectos. De este modo, si no saben o creen que no lo hacen lo suficientemente bien, pueden llegar al punto de bloquearse: se frustran, lloran, se creen inferiores a los demás… En definitiva, no se creen lo suficientemente buenos para lo que hacen y sus trabajos, dibujos, actividades o redacciones se quedan en el fondo de un cajón, rotos, en la papelera o guardados donde nadie los vean porque, para ellos, es mejor que el docente piense que ellos no han hecho el trabajo a que sientan la vergüenza de verse expuestos y ridiculizados por lo que creen un trabajo muy deficiente. Como docente hemos de estar pendientes de este tipo de situaciones y trabajar con ellos la aceptación propia, el autoconcepto y la autoestima, sobre todo en un aula con Altas Capacidades. Los compañeros en este punto pueden ser grandes aliados a nuestra causa si se trabaja desde el punto de vista de que el error es parte esencial del aprendizaje y que siempre hay una segunda oportunidad.